El nombre del malvado
Está
prohibido llamarse con nombre de un malvado. Tanto si se trata de que el padre
quiere dar este nombre a su hijo, como si el hijo ha crecido con este nombre y
ahora se da cuenta, debe cambiárselo.
Cuando
se trata del nombre de un judío malvado, como por ejemplo Avshalom el hijo de
David, que se rebeló contra su padre, ya dicen los comentaristas del Talmud que
no debe darse este nombre, sino cambiarlo por Avishalom (con ‘i’). Si es un
nombre común, o sea que hay otras personas que lo tienen, ya no se considera
‘nombre de malvado’; igualmente si se trata de un malvado que al final se
arrepintió, como Yishma’el el hijo de Avraham, también puede usarse.
Todo
esto cuando se trata de nombres hebreos. Cuando se trata de nombres hebreos traducidos
a otros idiomas, como ‘Juan’ (=Yojanán), José (=Yosef), Mateo (=Matityahu),
Elías (=Eliyahu) también deben evitarse.
Nombres cristianos
Pero
los nombres de los ‘santos’ o ‘mártires’ cristianos, como Pedro, Pablo, etc.,
etc., están completamente prohibidos, ya que en su mayoría
fueron santificados por la iglesia por haber instado al asesinato de los judíos o por haber
luchado contra ellos; y aun cuando no es así, el hecho de representar a una
figura adorada por los cristianos ya es motivo suficiente para alejarse de
ellos. Cada persona que tiene un nombre ‘goy’ debe revisar la raíz del nombre y
si es hebreo sencillamente devolver el ‘sonido’ hebreo (ej. De ‘Elías’ a
‘Eliyahu’, de ‘Moisés’ a ‘Moshé’, etc.), y si por desgracia descubre que es el
nombre de un ‘santo’ cristiano, deberá deshacerse de él, también en los
documentos oficiales, lo antes posible.
Durante
dos mil años que hemos estado bajo el ‘tutelaje’ de los goyim, los judíos no
tuvieron más remedio que ‘adoptar’ nombres en otros idiomas, como hacían los ashkenazitas
que muchas veces traducían el nombre hebreo por su significado o por su sonido,
como por ejemplo Dov lo convertían en ‘Bear’ (o Ber, en yiddisch), Naftalí en
‘Hertz’, Binyamín en ‘Wolf’ o ‘Welwel’ (porque a Binyamín se le compara en el
Deuteronomio con un lobo), Yehudá en ‘Leib’ (por ser el León el símbolo de
Yehudá), etc.
Fin del pupilaje
Pero,
gracias a D’ nos hemos librado de este ‘pupilaje’ desde la creación del Estado
de Israel, y ya no nos sirven estas excusas, que eran malas desde un principio,
y debemos regresar orgullosamente a nuestra cultura y a nuestro idioma,
sobretodo cuando se trata, como ya he expuesto, de prohibiciones halájicas.
El
Libro de Mishlé (Proverbios 10:7) dice: “El recuerdo de los Justos es para
bendición, y el nombre de los malvados se pudrirá” זכר צדיק לברכה ושם רשעים ירקב, significando precisamente
lo que tratamos, los nombres de las personas que tomamos por ejemplo.
En
ralidad, el nombre de una persona es el reflejo de su personalidad y nuestros
Sabios dicen que influye mucho en una persona el nombre que tiene y es una gran
responsabilidad que recae sobre los
padres, normalmente, el dar un nombre adecuado y con un significado
positivo a sus hijos.
Significado de los nombres
La
Torá, en el segundo capítulo del Breshit (Génesis 2:20) dice que la primera
tarea que tuvo el hombre fue el de dar nombres a todo lo que tenía a su
alrededor, animales domésticos y salvajes y también a las aves, y los Sabios
añaden que también a las plantas y a los minerales, por el don especial de
saber reconocer las características básicas de cada uno y saber aplicar
correctamente las letras hebreas que las representan. La mística judía se ocupa
del significado de las letras del alfabeto hebreo y nuestros Sabios nos lo
transmitieron en libros como “Resh Milín” del Gran Rabino de Israel, rabí
Avraham Yitsjac Hacohén Kook, y otros.
Nos falta mucho para llegar al nivel de estos Sabios y comprender los mensajes que nos trasmiten, pero sí podemos entender la importancia que tiene adoptar nombres positivos y que ya han sido ‘consagrados’ por generaciones de buenos judíos.
una pregunta.... Esau, se considera nombre de malvado???
ResponderEliminarpues sí JuanJo, aunque reconozco que nunca me he topado con alguien que lleve este nombre...
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