jueves, 3 de noviembre de 2016

El Libro del Recto


Comentario al Libro del Génesis

El Comienzo

El libro de Breshit (Génesis) es el libro del Comienzo.
Un libro lleno de historias emocionantes, las aventuras y desventuras de una familia que emerge de la oscuridad del Caos original y que acaba, en este libro, en la oscuridad de los egipcios. La llamada Historia Sagrada y la verdadera Sagrada Familia.
Los padres de esta familia son los Patriarcas Avraham, Yitsjac y Ya’acov, y las Matriarcas Sará, Rivcá, Rajel y Leá. Ellos son el verdadero Comienzo de la Humanidad, ya que todo lo que había antes era una retahíla de fracasos.
Ya el primer hombre, Adam, fracasa en su primera misión y arrastra a sus descendientes a un mundo caótico, desconociendo a su Creador y Director. La Humanidad no solo se autodestruye, sino que arrastra tras ella al resto de la naturaleza al desastre del Diluvio. Y esta lección parece ser insuficiente, visto el nuevo desastre de la Torre de Babel.

El hombre utópico

Hasta que aparece Avraham. Un hombre utópico. Un hombre dispuesto a sacar de sí mismo todo el jugo que pueda, sin darse descanso, como dice al final de su vida que “murió harto de días” indicando que cada uno de sus días estaba repleto de actividad.
Este hombre consigue formar una familia, después de un intento en falso del que sale el hijo de la esclava, Yishmael, el pseudo-primogénito. Y también el Patriarca Yitsjac tiene sus problemas con su propio pseudo-primogénito Esau. Estos dos han de formar la ‘competencia’ al Pueblo de Israel, los musulmanes, descendientes de Yishmael y los cristianos romanos, según nuestra tradición descendientes de Esau.
Solo a partir del Patriarca Ya‘acov podemos hablar de una familia de profetas. Como explica el libro del Cuzarí, que eran todos aptos para recibir la Palabra Divina, para ponerse en contacto directo y consciente con el Creador. Y esta aptitud puede ser traspasada a sus propios hijos y descendientes, para formar un Pueblo de Profetas, en el que habrá cientos de miles de individuos que alcancen el grado de profetas y muchos más que lleguen a un grado muy cercano.

¿Quién será el líder?

Dentro de la familia hay diferentes funciones, y cada individuo debe esforzarse para llevar a cabo adecuadamente su cometido. Por esto se despiertan unas rivalidades intestinas, tanto entre las Matriarcas Rajel y Leá como entre sus hijos, capitaneados por Yosef y Yehudá, relegando a R’uvén, el primogénito, a un segundo o tercer término.
Las grandes funciones son, por supuesto, las de liderazgo. En teoría podrían reunirse en una sola persona todas las funciones del líder, pero vemos que se disgregan entre varios líderes políticos: Yehudá y Yosef, y uno espiritual, que aparecerá mucho más tarde, – Leví.
Pero el resto de los hijos también tienen su importancia, como indican las bendiciones que recibirán tanto de su padre, al final del libro de Breshit, como de Moshé, al final del último libro de la Torá.

La Rectitud

Pero sobre este trasfondo histórico nos acostumbramos a ver cómo surge y se desarrolla un comportamiento ético y moral que ha de ser la base de este Pueblo, como ya instituyó el Patriarca Avraham y fue reconocido por el Creador en el capítulo 18, versículo 19.

Por esto llamamos a este libro con el sobrenombre de ‘Séfer ha-Yashar’ = “Libro del Recto”, libro en el que aprendemos el significado de la Rectitud, del comportamiento correcto. Y al aprenderlo y ponerlo en práctica correctamente nos ganamos también nosotros, como Pueblo, el sobrenombre de Yeshurún (ver Deuteronómio 33:5) “el Recto”.

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