jueves, 8 de marzo de 2012

El Gran Día del Juicio


 el Día Grande y Terrible


tres Juicios


Varias veces se habla en las Sagradas Escrituras sobre el Gran Día del Juicio que se celebrará en el Final de los Días. Sobre este día dice el Profeta Mal’ají (Malaquías 3:23): “He aquí que os envío al Profeta Eliyá antes de la llegada del Grande y Terrible Día del Señor”.

Najmánides (en Shá’ar HaGmul) dice que hay tres momentos diferentes para el Juicio:

El primero es en Este Mundo, y que se celebra cada año, en el día de Rosh Hashaná y en el cual se juzga el comportamiento de cada uno durante su vida.

El segundo será después de la muerte, cuando se juzga en el Cielo el alma después de separarse del cuerpo.

Y el tercero es el futuro Gran Día del Juicio.

Saca el sol de su funda


Sobre este gran día dice el mismo Profeta Mal’ají (3:19): “He aquí que llega un día ardiente como un horno en el que todos los malvados y malhechores serán quemados por el día venidero”. Y a continuación dice: “Y a vosotros, los temerosos de Mi Nombre, os lucirá un sol de Justicia sobre cuyas alas vendrá la curación”. Y los Sabios explican (Nedarím 8b) que en el futuro, el Creador ‘sacará el sol de su funda, que curará a los justos y castigará a los malvados’.

Y así dice también la Mejiltá (Beshalaj cap. 4): “Si obtenéis el mérito de observar el Shabat, os salvaréis en las tres catástrofes: en la Guerra de Gog, en las penurias del Tiempo Mesiánico y en el Gran Día del Juicio.

Antes de la resurrección


¿Cuándo será este Gran Día del Juicio? Según lo que dicen los Comentaristas, resulta que no será en la Época Mesiánica sino al comienzo de la Resurrección de los Muertos. Najmánides dice que “después vendrá la Época Mesiánica… y al final habrá el Juicio y la Resurrección de los Muertos”. En este día, se juzgará al hombre “si es digno de resucitar y de gozar en cuerpo y alma de aquél tiempo”. Sobre esto dice Daniel (12:2) “Muchos de los que descansan en el polvo de la tierra despertarán, unos para la Vida Eterna y otros para la vergüenza y humillación eterna”.

Y ¿quién será juzgado? Según Najmánides todos serán juzgados. Cada persona será juzgada de nuevo según su comportamiento. Pero siendo que estos erá después de la Venida del Mashíaj, que corregirá a todo el Mundo, y después de la llegada de Eliyahu, que vendrá antes del ‘Grande y Terrible Día’ y que “volverá el corazón de los padres hacia sus hijos”, resulta que ya todos se habrán arrepentido, y se cumplirá la profecía de que “nadie será apartado” y todos los Hijos de Israel tendrán constancia de ser justos y dignos de la Resurrección, tal como dice Midrash Shemuel (al comienzo del Tratado de Avot) que ‘por fuerza todos serán justos, ya que el Creador hace cuentas para que nadie quede apartado’.

Por lo tanto, parece que siempre que se habla de ‘tzadiquim’, ‘justos’, refiriéndose a este Juicio (que los Justos se curan, etc.) se refiere a cada uno de los Hijos de Israel, que ya tendrán el grado de Justos. 

Mientras que los ‘malvados’ podrán ser solo miembros de otros pueblos que recibirán entonces su castigo.


Juicio de las Naciones


El ‘Arí-zal’ opina que todo este juicio no es en absoluto para el Pueblo de Israel, ya que cualquier judío que hubiera pecado ya estará purificado, “después de haber pasado sobre su alma el Yom Kipur, las penurias purificadoras y otros destierros, ¿por qué debe ser juzgada de nuevo?”. La conclusión del ‘Arí-zal’ es que el Gran Día del Juicio es solo para las otras Naciones del Mundo (sus palabras son citadas en Nishmat Jayim, primer discurso, cap. 17).

Del mismo modo opina también don Yitzjac Abrabanel (Ma’yanéi HaYshu’á, octavo manantial, al final del 17º dátil), que no hay motivo para juzgar de nuevo después del juicio que tiene el hombre en Este Mundo y después de su muerte. Se pregunta: ‘si el hombre hizo pecados o cumplió los Mandamientos y fue ya juzgado después de su muerte, ¿qué motivo hay para juzgarlo de nuevo?’ Por lo tanto, decide que no hay motivo para un nuevo juicio sino que su significado es el de castigo para las Naciones del Mundo. A su opinión, resucitarán también los malvados para que puedan recibir su castigo a la vista de los justos.

O sea, que el Juicio Final es para las Naciones, y así dice el Talmud en el Tratado de Avodá Zará 2b, ‘…dice rabí Samlay: en el futuro traerá el Creador un Séfer Torá y lo depositará en Su Brazo y dirá: todos los que se han preocupado de este Libro, que vengan a recibir su premio; y entonces vendrán las Naciones en desbarajuste y el Creador mandará que lleguen ordenadamente, cada Nación por separado, cada una con sus sabios y líderes, Roma, Persia, etc. y así serán juzgados…’

(adaptado del “Lomdim Gueula del rabino Menajem Brod, Sijat Hashavúa 1304)

No hay comentarios:

Publicar un comentario