miércoles, 7 de marzo de 2012

la Solución a las dudas y los enigmas


Los Sabios y Profetas

Teko


Todos los que han estudiado algunas páginas de Talmud conocerán la expresión “teko”, que significa “queda en pie”. Los Sabios del Talmud utilizaban esta expresión cuando llegaban a un callejón sin salida en el que no podían llegar a una conclusión clara de la Halajá. Su significado es que el tema ‘queda en pie’, que no podemos decidirlo claramente.

El Maharshal en Baba Qama 1:5 escribe que cuando el Talmud concluye “teko” significa que nadie tiene la autoridad de decidir cual es la respuesta adecuada hasta que el Sanedrín sea restituido y decida qué decisión tomar. Los que buscaban insinuaciones alegóricas en el Talmud escribieron que “teko” (תיקו) es el acróstico en hebreo de “Tishbí yetaréz kushiyót uv’ayot (Tishbí resolverá los problemas y las preguntas = תשבי יתרץ קושיות ובעיות) y esta tradición se remonta al libro Haqaná y otros libros antiguos (ver Tosfot Yom-Tov al final de Eduyot; Iguéret Hatiyul del hermano del Maharal  en la parte del Drush, letra Tau; y Mar’it Haáyin del Jidá a Yevamot 96b).

Hasta que venga y os enseñe justicia


En el Talmud se encuentra una fuente explícita a la fuerza de Tishbí, que no es otro que el Profeta Eliyahu (Elías) para esclarecer y decidir en caso de dudas, hablando del caso de cuando se ve una oveja que un pequeño cerdo la sigue a todas partes e intenta mamar de ella, y nos viene la duda de si es un ‘huérfano’ que la sigue o si ha dado a luz a una mutación. La decisión es que nos decidimos por la mutación y por lo tanto si a continuación nace un cordero macho de tal oveja no será ‘primogénito’ que deba ser ofrecido al Templo o que deba ser entregado a un Cohen como tal. Pero no podremos comer el cerdito, a pesar que los hijos de un animal casher (apto y puro) también lo son y debería estar permitido comerlo aunque tuviera la forma física de un animal no-casher.

Y el motivo es que no nos basta la relación de ‘madre y mamante’ para decidir de una forma tajante que se trata de su hijo  natural, ya que existe la posibilidad que la oveja hubiera perdido su hijo natural y hubiera adoptado el cerdito ‘huérfano’. Por lo tanto dice el Talmud que si ves un cerdito que sigue una oveja, está exento de ‘primogenitura’ pero está prohibido comerlo hasta que venga Eliyahu y nos diga si está permitido comerlo o no.

De todos modos, este es un grave problema, ya que en otro lugar (Shabat 108a) dice Rashi que Eliyahu no puede decidir si un alimento está permitido o no, ya que ¡la Torá ya no está en el Cielo! Y la pregunta es ¿cómo puede Rashi contradecir las palabras explícitas del Talmud?

Muchos grandes comentaristas juzgaron la posibilidad de que el profeta Eliyahu pueda resolver enigmas y esclarecer las dudas.

Decisión por sabiduría y decisión por profecía


El Jidá en su libro Birkéi Yosef 32 explica que “el Mensajero de la Salvación, Profeta del Creador, que pronto vendrá a anunciarnos la venida del Mesías hijo de David no puede decidir en este tipo de preguntas ya que la Torá no está en los Cielos”.

Pero Eliyahu además de ser profeta es también un gran Sabio de Israel y un importante eslabón en la cadena de la Tradición desde Moshé Rabenu (ver Maimónides en la introducción a Yad HaJazacá, que Eliyahu recibió la Tradición de manos de su maestro Ajiyá de Shiló) y cuando regrese Eliyahu y nos resuelva los enigmas será por su poder como Sabio, como gran conocedor de los secretos de la Torá, y no como profeta conocedor de los ángeles y los serafines, y por supuesto que podremos confiar en sus decisiones.

El profeta sabe diferenciar entre su poder como Sabio y el que tiene como Profeta y no confundirse entre las dos facultades.

Dos ‘formas’ de Eliyahu

En cambio el Jatam Sofer cuando juzga el mismo tema señala que Eliyahu no puede llegar en Shabat a anunciar nuestra Salvación ya que no puede saltar de ciudad en ciudad fuera del ‘territorio de Shabat’ (que delimita la periferia de un kilómetro alrededor de cada ciudad, más allá del cual no se puede salir en el Día de Descanso), y a pesar de ello todo mohel (el que hace la circuncisión = מוהל) proclama en el momento en que se dispone a firmar el Pacto de Avraham en la carne del recién nacido, y también en Shabat: “¡Profeta Eliyahu, ponte a mi derecha y ayúdame”.  
Por lo tanto, explica el jatam Sofer que hay que diferenciar entre Eliyahu el Profeta y Eliyahu el Sabio. A veces se presenta como Profeta, solo en su forma espiritual, y a veces como Sabio en su forma física (ver en Eruvín 43b, en que explica el tema). Cuando aparece en su forma física, cumple la Halajá a rajatabla, incluida la prohibición del ‘territorio de Shabat’ y sus decisiones halájicas son aceptadas, mientras que cuando aparece solo en su forma espiritual, está exento de su cumplimiento y sus decisiones halájicas no tienen valor.
Ciertamente, hay algunas halajás pronunciadas por Eliyahu, por ejemplo que el cementerio de los no-judíos no impurifica, (en Baba Metzía 114a-b) y que fue adoptado por Maimónides (hiljot Tum’á 1:13) ya que al pronunciarla se mostraba en persona física (ver Jatam Sofer parte 6, capítulo 98, y Torat Moshé sobre la Torá tercera edición sobre Génesis 2:7).


Eliyahu el Profeta, Eliyahu el Tishbí, Eliyahu el Guil’adí


También por sus nombres podemos encontrar apoyo a la teoría que en el futuro resolverá los enigmas y las dudas que van surgiendo con el paso de los años. Conocemos tres apodos de Eliyahu, para tres funciones diferentes:

Eliyahu el Profeta, como mensajero de la Salvación, según dice Mal’ají (Malaquías 3:23) “He aquí que os envío al Profeta Eliyá antes de que llegue el grande y terrible Día del Señor”.

Eliyahu el Tishbí es el que ayuda al Pueblo a hacer su Retorno y su arrepentimiento, como dice (id 3:24) “y volverá el corazón de los padres hacia sus hijos y el de los hijos hacia sus padres”.


Y por último, Eliyahu el Guil’adí (de la tierra de Guil’ad = Galaad), ya que sobre él dicen que era “habitante de Guil’ad, con silla en la Sala de Gazit (donde se sentaba el Sanedrín), ya que Guil’ad es un apodo del Templo (Yalkut Shim’oní, I de Reyes, nº 208), o sea que no se trata del lugar en que había nacido sino que era miembro del Sanedrín, el lugar en que daban respuesta a todas las preguntas y solucionaban todos los enigmas de la Torá (Explicaciones del rav M.M. Shapiro, presidente de la Yeshivá Reshit Jojmá, en el Resumen “Bet Aharón e Israel”, 102).


Polémica de la Imposición de Manos y Eliyahu


Resulta interesante lo que se dijo en la polémica de la Imposición de Manos. Se trata del grave problema que se despierta al tratar de la Restauración del Sanedrín, ya que la Halajá dice que los Sabios deben ser nombrados por Imposición de Manos, efectuada en la Tierra de Israel, por un Sabio que ya ha sido nombrado anteriormente, ininterrumpidamente desde Moshé Rabenu. La Tradición de la Imposición de Manos se interrumpió hace unos mil setecientos años, cuando la población judía en la Tierra de Israel fue desterrada casi por completo. Por lo tanto, nos preguntamos cómo podremos restaurar la Institución del Sanedrín antes de la Llegada del Mashíaj (Mesías).

El Profete Eliyahu, dice el Rabino Yehonatán Eibischitz (en el libro Tummim, Jóshen Mishpat 1:2), que no ha muerto y que fue ordenado por sus antecesores, podrá imponer sus manos sobre otros Sabios y así restaurar el Sanedrín (ver Jidushéi Marán R.Y.Z. Haleví, sobre la Torá “Pinjás” y en “Bircat Cohen sobre la Torá, id.

(extracto y adaptado de Meorot Hadaf Hayomi 654)

No hay comentarios:

Publicar un comentario